

Finales de los años 90. Joanna, una joven que sueña con ser una gran escritora, consigue trabajo en una de las principales agencias literarias de Nueva York como ayudante de la directora. Entre otras tareas, Joanna ha de responder las numerosas cartas que envían los fans de uno de los escritores de la firma, el mítico J.D. Salinger, autor de El guardián entre el centeno. Apartándose del protocolo, Joanna imprimirá a sus respuestas un carácter muy personal.
Esta adaptación de la novela autobiográfica Mi año con Salinger, de Joanna Rakoff ,nos regala un relato aspiracionista y luminoso del mundo de las agencias literarias, y que a la vez es una apuesta con pequeñísimos dejos de El Diablo viste a la Moda.
Como tal la historia es algo ya visto y contado cientos de veces en el cine, sin embargo para quienes sean fans de El guardián entre el centeno, puede resultar atractivo, el conocer un pequeño episodio sobre la vida de este afamado escritor.

No obstante creo que es una producción algo light, pues va dirigido más hacia los jóvenes y aun así sientes que te queda a deber, pues la forma en como se desarrollan las cosas en el terreno de lo amoroso y lo profesional se da sin mucha importancia. E incluso los momentos que tienen que ver con J.D. Salinger se tocan de manera muy a la ligera
A la cinta le hace falta fuerza, “acentuar” ciertos momentos dramáticos y resaltar aun más la importancia del mismo escritor, que aunque en la historia se trata de eso, no termina por convencer la pasión de miles de personas que decidieron escribir estas cartas de admiración después de leer el libro de Salinger.
No es mala esta película pero se queda corta, pues uno de los motivos que llevo a escribirse este libro autobiográfico en el cual se basa la producción, es que el mismo escritor fue decisivo para que Joanna Rakoff avanzara como escritora y no se quedase como una ayudante más o agente literario.

Es disfrutable en general la historia, y uno de sus grande atractivos es nuestra amada Sigourney Weaver como la jefa de Joanna, que solo por eso vale la pena verla.
Resumiendo, El Trabajo De Mis Sueños es una cinta para esos días que uno quiere ver algo tranquilo, que le alegre la tarde y parale de contar. Y de paso puede que a quienes aun no leen la obra de Salinger se animen hacerlo.