C’Mon C’ Mon… El Viaje A Ninguna Parte


Después del estruendo por su personaje como Joker, Joaquin Phoenix regresa con esta cinta que viene influenciada por esta ola blanquecina envuelta en nostalgia a blanco y negro, moda que impuso Roma de Alfonso Cuarón, hace unos algunos  años. Una historia sobre un reportero que sin querer retratará su realidad a través de los ojos de la niñez.

C’Mon C’Mon Siempre Adelante, (cómo se tituló en nuestro país) es una de esas cintas que busca hacer catarsis en la audiencia a través de vivencias, tanto personales de su creador así como situaciones reflexivas, sobre la vida, la niñez y el ser adulto hoy en día.

Todo parte cuando la hermana del personaje que encarna Phoenix llama para pedir el favor de que le ayude a cuidar a su hijo, en lo que ella sale a la búsqueda de su esposo, quien sufre de problemas mentales. Una vez que el tío acepte, los recuerdos de ambos hermanos se entremezclarán con las dudas inocentes pero existenciales de su sobrino, así como el suceso que los separó como familia, y su profesión que le ayudará a entender el mundo en que vivimos.

Si bien suena como uno de esos dramones, el filme está lejos de ser eso, pues si bien hay mucha reflexión, aquí  las lágrimas escasean, pues todo está desde el punto de vista intelectual más que el humano. Y ese es uno de sus puntos débiles, al tratar de querer ser algo trascendental, se vuelve en ocasiones un relato algo frívolo. 

Así también se nota la influencia de Cuarón y Roma sobre esta cinta, pues tiene muy buenas panorámicas, como cuando llegan a la ciudad de New York, pero también se entremezcla con imágenes pretenciosas y frías, qué tal vez para quienes viven en aquella ciudad les sean familiares, pero para quienes no, nada les transmitirá nada.

Se nota también que el filme no apuesta por ser una cinta de arte en su totalidad, pues se enciman unas imágenes con otras para dar cierta “agilidad” al relato y que el espectador no bostece, lo cual es lamentable, ya que hay secuencias que se tuvieron que dejar correr, pero por cuestión de tiempo son breves.

La  película en un inicio es lenta y floja, es gris como su fotografía (risas) y por más artística que la quieran realizar, no convence. Sin embargo, agarra buen ritmo una vez se trasladan a Nueva York, tal vez el mismo frenesí de la ciudad o el hecho de que hay más cosas que ver, es lo que hace que el interés regrese.

Joaquín está bien en su papel, no es nada memorable. Quién interpreta al sobrino es un higadillo para mi gusto pero pues cada quién.

En muchas ocasiones también sentí que la cinta me recordaba a Her, igualmente protagonizada por Joaquín, esa nostalgia, ese deambular para que nos encuentren, no se, tuve flashbacks de esa producción varias veces.

No es una cinta mala, pero tampoco es memorable. Si no tuviera todo este andamiaje de entrevistas con las niñas y los niños, creo yo,  se caería en su totalidad la producción.

El punto fuerte es sin duda la banda sonora, muy buena selección y acertada para acompañar esta imágenes que en cierta parte, quieren representar a las nuevas generaciones en Estados Unidos, pero de un segmento más o menos hipsteriano.

En resumen C’Mon C’Mon es una bonita película con bonitas intenciones, aunque no a todos convencerá, este viaje a ninguna parte.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: