

En una remota isla irlandesa, Pádraic queda devastado cuando su amigo, Colm, de repente pone fin a su amistad de toda la vida. Con la ayuda de su hermana y un isleño con problemas, Pádraic se propone reparar la relación dañada por todos los medios posibles.
Esta cinta ha sido toda una revelación, pues parte desde algo tan anecdótico como dos hombres que de un día a otro dejan de ser amigos, y a pesar de que suena algo simple, la forma en como en esta remota isla, se desarrollan los acontecimientos, es que la hacen una obra brillante.
Podemos ver como los habitantes de este lugar son la representación de aquel dicho popular “pueblo chico, infierno grande”, pues la “desamistad” de los protagonistas, causa revuelo, pero de forma muy irónica trastoca a quienes están a su alrededor, a tal grado que pasamos de lo hilarante y cómico, a la tristeza más profunda en cuestión de minutos.

Colin Farrell y Brendan Gleeson están increíbles, dos personalidades tan contrapuestas que resultan algo ridículo pero a la vez fascinante. Farrell es insuperable, últimamente ha escogido muy buenos papeles en producciones interesantes.
No obstante a pesar de que el humor negro aquí deambula, la historia nos va mostrando a toda una colección de personajes que orbitan alrededor de la vida de estos amigos y la vida de cada persona se va resquebrajando, para dejar atrás lo que alguna vez fueron por años.
Por momentos es critica y mordaz, pero también por momentos es contemplativa. La pluma detrás de los diálogos nos deja ver en solo una cuestión de minutos como esta relación es irreparable, pero a la vez como pudo ser por por tantos años.
Visualmente el filme es bellísimo pues nos presenta unos panorámicas de aquella isla que dan ganas de agarrar tus cosas e irte al exilio.

El filme se titula Los Espíritus de la Isla, lo cual te da la sensación de que hay varias lecturas sobre el titulo, más allá de la explicación que dan en la historia. El como cada persona deambula por años en su rutina, en su soledad y en su amargura. Como un pueblo olvidado por la mano de Dios, vive a través del chisme y que las relaciones humanas son simplemente superficiales.
Sin embargo lo que más me conmovió fue sin duda los animales que están presente en toda la trama, pues obviamente están ahí por una razón, y la forma en como los mismos son parte catártica y pieza clave para cuando la historia desemboca en su momento cumbre, pues no queda más que conmoverse hasta las lagrimas. Sin duda una jugada muy astuta del director y guionista, esa no la vi venir y sigo con el corazón acongojado.
El cierre es fantástico pues el destino de cada habitante esta sellado para bien o para mal.

Creo que la historia se puede ver desde los dos puntos de vista de los ex-amigos, y cada quien podrá tomar partido sobre quien tiene la razón, pero es evidente que todos hemos pasado por algo así alguna vez en la vida, y todos hemos sido alguno de ellos en su momento, lo cual lo hace una mas valiosa su propuesta. Crecer y dejar atrás lo que te hace miserable, o ser fiel a tus propios ideales.
Sigo sorprendido con Los Espíritus De La Isla pues como lo mencioné, parte de una anécdota, dos amigos que dejan de serlo, en un pueblo perdido en la nada, y a pesar de eso reímos, lloramos. Es sin duda de las mejores filmes que he visto en los últimos años.
No se pierdan la oportunidad de verla.