Pinocho De Guillermo Del Toro… El Nacimiento De Un Clásico De Nuestra Generación

Disney durante décadas nos sedujo con su visión de un mundo perfecto, de gente perfecta y de finales felices, es por eso que hoy en los tiempos que corren, ese tipo de historias son algo ajeno a las personas y es la imperfección, aquellos rechazados, quienes se están abriendo camino en un mundo que se cansó de los finales felices.

Todos conocemos de alguna forma u otra la historia de Pinocho hayamos visto o no la cinta de Disney, y con un remake del mismo estudio hace no mucho, ver otra propuesta al poco tiempo, sonaba interesante e incluso había algo de escepticismo. No obstante la historia viene detrás de un genio, alguien que le ha tocado picar piedra pero sobre todo ir formando un cine que ha ganado su lugar por derecho propio. Es por eso que Pinocho de Guillermo del Toro ha tenido tantas expectativas a su alrededor que parecía imposible poder superarles… Lo cual me complace escribir, las supera y de forma inigualable.

De entrada  se tiene que decir y con letra mayusculas: PINOCHO SE TIENE QUE EXPERIMENTAR EN UNA SALA DE CINE, así sin más. Si en tu ciudad hay algún cine o casa de arte que la proyecta opta totalmente por ir a la sala. No es un capricho ni una pretensión pero Pinocho se hizo para la pantalla grande, para las audiencias, y este viaje renovado que crea Del Toro es algo que desde este momento puedo decir, lo convierte en un clásico de nuestra generación.

Esto se debe a dos cosas, el bellísimo diseño de producción, el diseño visual y sobre todo el guión, el cual ahonda en el cuento infantil y lo eleva totalmente  a otra alturas y otras lecturas.

Los acabados que tiene cada uno de los escenarios y el precioso stop motion le dan a esta película un sentir y una profundidad que solo un artista puede expresar, en algo “aparentemente” simple, como lo es un cuento infantil.

Pinocho ya no es ese niño que quiere ser un niño de verdad y he aquí un mensaje muy pero muy poderoso, Pinocho cuestiona porque no lo aman como es. Mientras que su padre Gepetto le cuesta entender que no siempre los hijos son como uno quisiera, y eso le da un conflicto y drama al filme que pufff! ahí las audiencias sienten que  este viaje, no será un viaje fácil.

Aunado a ello el filme se sitúa durante la Guerra de Europa, el fascismo y lo que Italia como población vivió a la sombra de Benito Musilini y una critica a los estados fascistas. Y a la par una rara mezcla entre la religión católica, creada por el hombre y aquellas fuerzas de la naturaleza que nos acompañan pero que hemos olvidado que están ahí.

De verdad estoy impresionado como Guillermo ha creado una historia completamente nueva y ojo, no estoy diciendo que cambio  la historia, no, ahí esta el cuento, sus personajes y sus situaciones, pero Guillermo los enriquece, profundiza y logra junto con el Stop Motion regalarnos una película inolvidable que como mencioné marcará a muchas generaciones.

Lo que amo del director es la forma en como mezcla la oscuridad con la luz, lo perfecto con lo imperfecto, la vida y la muerte, dualidades que existen en la realidad y en cada uno de nosotros y en nuestras desiciones. 

También amé la forma en como se meten de forma muy sutil un par de situaciones chistosas, logra que la audiencia reviente a carcajadas, situaciones sutiles e inteligentes lo cual se agradece, para después convertirnos en un mar de lagrimas, si, la dualidad misma de la risa y el llanto. 

Hay que destacar que la versión en ingles  triunfa y quien se lleva y le da toooda esa luz sin duda alguna es el Grillo conocido aquí antiguamente como Pepe Grillo y quien hace la voz en ingles, es nada más y nada menos que Ewan McGregor robándose la cámara en muchas ocasiones. 

En resumen, no hay palabras que puedan transmitir la hermosa experiencia que se he vivido junto con mas personas en la sala de cine, sentirme maravillado como cuando uno era  niño, sentir el miedo de Pinocho, pero así también su entusiasmo ante un mundo nuevo y desconocido… Pinocho es perfecta.

Bravo Guillermo Bravo…

Háganse un favor y luchen por ver esta película en una sala de cine.