

Una joven pareja que se ha planteado la compra de su primera casa visitan una inmobiliaria donde los recibe un extraño agente de ventas, que les acompaña a Yonder, una nueva, misteriosa y peculiar urbanización donde todas las casas son idénticas. Una vez que entren a este lugar, se darán cuenta que sus problemas apenas comienzan…
Cinta protagonizada por Imogen Poots y Jesse Eisenberg, en esta ocasión los vemos atrapados en este relato que es explicado en esencia, de forma un poco grotesca desde las primeras secuencias del filme.
Es una historia pequeña donde todo el tiempo estamos viendo a esta pareja tratando de resolver este misterio, tanto del lugar donde quedan atrapados, así como de las curiosas dinámicas que se van desarrollando en cuestión de días.

No sabía que esperar de esta producción. Por un lado si alguien espera cosas de impacto, aquí no las hay, salvo por una o dos escenas. Más bien aquí lo que tratan de hacernos sentir es esa rutina que viven los protagonistas y como la misma les va quitando humanidad.
El filme logra tenernos intrigados por saber que es lo que esta pasando. Y aunque con un par de secuencias nos damos una idea de lo que trata en realidad, esperamos a que en algún momento se resuelvan los misterios y todo tenga sentido…
La película esta bien en términos generales, sin embargo los efectos especiales son medio fakes. Por otro lado siento que el guión busca como crear situaciones para que no muera la historia en este mismo circulo que ha creado su rutina. Y aunado a ello, las locaciones se ven como de teatro. Luego entonces tienes escenarios medio falsos y efectos visuales que no terminan de convencer, eso le resta credibilidad al asunto.

No se si lo imagine, pero a veces el tipo de casas junto con ese tipo de nubes y en algunas secuencias con el único faro encendido en la calle, parecía como si fuera un tributo al pintor Rene Magritte…
Por sí mismo la primicia de esta historia de para mucho, tiene muuucho potencial, sin embargo, creo que nos quedan a deber. La secuencia final donde el personaje de Poots va tras el “muchacho” es lo que al final esperábamos, pero un poco más en toda la película.
No es malo el filme, pero no termina por ganarnos.