Creanlo o no este filme de poca monta, el cual no esperaba gran cosa de ella, más que momentos de comedia forzada y situaciones ya conocidas, logró captar mi atención y hacer que soltara alguna que otra carcajada.
Protagonizada por Julia Roberts , Lilly Colins y Armie Hammer entre muchos otros, nos cuenta la ya conocida historia de Blancanieves, con un toque de surrealismo y en el genero de la comedia romántica.
Sin ser exagerado el filme logra captar nuestra atención por su diseño de arte y vestuario, que a pesar de ser criticado por su “revoltijo” de tendencias, con todo logran una credibilidad y consolidan el “mundo” de Blancanieves. Digamos que es algo kitsch pero en tiempos de Lady Gaga y Glee, el disfraz es la norma.
La trama es lineal, sin embargo la forma en como caracterizan cada uno de los personajes, dan como resultado una cinta bastante placentera, divertida y logra su cometido, sin pretender ser otra cosa.
Roberts esta en su papel y por mas que quiera ser mala, simplemente, no logra opacar a Collins como lo hizo Johnny Depp en Alicia en el País de las Maravillas de Tim Burton. Armie Hammer nació para hacerla de príncipe pues se hecha al bolsillo a la audiencia y enamora al publico femenino y uno que otro del masculino.
Una formula ya probada y gastada, pero que con este “envoltorio” multicolor, logran que no se hunda y sea un fracaso la producción. Teniendo como resultado un trabajo digno y actual que evidentemente va dirigido al publico juvenil y trata de emular lo hecho por Burton y los cuentos de Lewis Carroll.
Una buena cinta para pasar el fin de semana, con buena música para salir bailando de la sala de proyección.
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Se mira buena, todavía no he tenido oportunidad de verla, pero la prefiero antes
q la version de la tarada de la Stewart.
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