

Muchas versiones de Frankenstein Hollywood nos ha regalado, versiones locas y monstruosas porque puuues ya saben, es Hollywood y termina siempre por retorcer las obras originales. No obstante desde hace un par de años, muchos directores han empezado ha optar por recuperar el espíritu de las obras literarias y esta nueva adaptación hecha por Guillermo del Toro, es deslumbrante, pues en los tiempos que corren nos recuerda que el moderno Prometeo, no es realmente el monstruo que debemos temer.
De entrada lo primero que llega a asombrar es el detalle visual del filme, pues a pesar de tener muchos efectos especiales para varios decorados, no cabe duda que cuando utilizas los efectos con un propósito artístico y no palomero, el resultado es bellísimo. Esta cinta tiene muy buenas tomas que enmarcan lo grande que es este mundo y lo pequeño que podemos ser nosotros mismos.

Al igual que los efectos especiales, todo el apartado artístico como el vestuario, el maquillaje, la música y la fotografía son verdaderamente soberbios, nos envuelven en este mundo de oscuridad donde la humanidad brilla en ausencias y los monstruos salen en su ocaso.
Sin embargo lo verdaderamente glorioso es la historia en sí y la forma en como Del Toro la ejecuta. La película nos muestra a este Prometo que es creado con el propósito de prolongar la vida pero a la vez “armado” de partes humanas bellas, y a partir de ahí el hombre entrara en horrores por su propia creación por no ser lo que esperaba, sin darse cuenta que tiene ante si el milagro de la vida y de la muerte en un solo ente.

Toda historia tiene dos versiones y fue una de las cosas que más me gusto de que respetarán del material original, pues si bien aquí Frankenstein mata, no es por un salvajismo made en USA, sino porque la misma humanidad lo empuja a reaccionar, pero a la par, vemos como esta alma atormentada se debate entre ser una persona buena o convertirse en el monstruo que dicen que es.
El filme tiene momentos muy pero muy crudos, pero es lo que le da su belleza y grandiosidad, debido a que estos momentos contrastan con secuencias donde este ser conoce la humanidad, el amor y la luz. Son secuencias que no te dejan indiferentes, pues logran que vislumbramos el monstruo que puede ser la humanidad.
Todo el elenco, todo, esta increíble, no obstante quien se roba los reflectores son la dupla protagonista de Oscar Isaac como el Dr Frankenstein y Jacob Elordi como Frankenstein, dando una batalla actoral sin descanso, uno huyendo de sus tormentos y culpas y el segundo buscando la razón de la existencia.

Mia Goth esta muy bien, si acaso su personaje no tiene el peso como el de sus co-protagonistas en parte se debe a que así fue escrita la historia originalmente PERO, no por eso significa que el director no le de unas líneas que logran hacer de su personaje una mujer de valentía y sensatez en este mundo de locos.
Tuve la oportunidad de ver el filme en una sala de cine (si, ya se, que nadie me lo pregunto – risas), y fue deslumbrante y dramático el resultado en la pantalla. Si estas en México y aun hay funciones te recomiendo que vayas a verla, no te arrepentirás.
Puedo decir sin temor equivocarme que Frankenstein de Guillermo del Toro es ya un clásico de nuestra generación y es una de sus mejores películas de toda su carrera.
Espero y deseo ver esta cinta contendiendo en la temporada de premios y alzarse con el Oscar a mejor película del año.

Frankenstein se une a otras grandes obras como Nosferatu y Drácula: Una Historia de Amor, que han revitalizado estos clásicos, los han puesto al día, y siguen siendo una critica constante de que el mundo no es solo esa lucha constante entre la luz y la oscuridad, sino que dentro de nosotros, están los monstruos queriendo emerger y decidiendo quienes seremos realmente.
Clap! Clap! Me quito el sombrero (si lo tuviera)…
Descubre más desde Cinembrollos
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
