María Callas… Ociosa



Pablo Larraín ha llamado la atención del publico y la crítica en los últimos años por su fascinación de realizar biopics sobre personajes emblemáticos de la cultura popular, pero sobre todo para adentrarnos  a mundos donde no solo hay luz sino oscuridad. No obstante pareciera que con Callas llega el momento de cambiar de dirección por este modelo algo ya desgastado.


María Callas narra los últimos momentos de la enigmática y mundialmente conocida cantante de ópera, quien durante sus últimos días hará un recuento entre lo fantástico y lo trágico del curso de su vida y de las decisiones que la marcaron, hasta convertirse en la diva que es mientras lucha por recobrar la voz que perdió en algún momento.

De entrada suena muy bien el filme, no obstante y después de haber visto Spencer y Jackie podemos decir que Callas es la más superficial y plana de toda esta trilogía de mujeres empedradas, lo cual es una lástima pues el material da para mucho.

Si bien las cintas de este director se han caracterizado por ser una especie de thriller psicológico sobre la ambivalencia de personalidad que tienen dentro cada una de las protagonistas, aquí en Callas a pesar de estar rozando en la demencia por la enfermedad que la aqueja, se ve todo bastante banal pero sobre todo inventado.

No me malinterpreten no significa que la película sea mala, simplemente no cumple con las expectativas. En el caso de su protagonista Angelina Jolie, se confirma porque no fue nominada por los premios de la Academia y es que por más pelucas y sombreros que le pongan Angelina no actúa, es ella misma, Angelina imitando a una cantante de ópera, pero jamás nos entrega a la Callas. Incluso hay ocasiones en que el acento lo tiene muy marcado y en otras ocasiones se le olvida que tiene acento (risas).

Una de las cosas que resplandecen con fuerza es sin duda alguna el diseño de vestuario y las locaciones. La primera es simplemente soberbia, elegante signo de una época olvidada donde era todo un arte la vestimenta. Por el otro lado las locaciones si bien no son muchas, son bastante bellas y clásicas que logran transportarnos a este mundo onírico en el que la cantante deambula.

La fotografía como siempre esta muy bien, aunque como ya en otros filmes es algo que se está gastando mucho y quitándole frescura, cumple lo cual se agradece.

En términos generales la cinta es palomera, no es ni de chiste un peliculón, puede que sea para los curiosos y amantes de la diva, aunque creo que estos últimos saldrán defraudados por la pobre interpretación que hizo Jolie. 

Esta película me recuerda mucho a lo que fue en su momento la cinta de Frida Kahlo, donde Salma Hayek se interpretaba a sí misma con un florero en la cabeza (risas) pero nunca pudo encarnar a Frida como tal, sin embargo la película es tan bella que por eso gustó tanto. Exactamente lo mismo pasa con María Callas, Jolie busca un nombre en el cual encumbrarse para volver a los reflectores, sin embargo le quedó muy grande el papel.


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