Cuando la especie humana se adapta a un entorno artificial, el cuerpo humano es objeto de nuevas transformaciones y mutaciones. Con la ayuda de su compañera Caprice , un célebre artista del performance, hace presentaciones de metamorfosis de sus órganos en espectáculos de vanguardia, mientras que una investigadora de la Oficina del Registro Nacional de Órganos, sigue de cerca sus prácticas. Es entonces cuando un grupo misterioso aparece: desean aprovechar la fama de Saul para revelar al mundo la próxima etapa de la evolución humana
Filme realizado por el afamado director David Cronenberg, nos regala este mundo en un futuro donde la decadencia de la humanidad ha llegado a niveles inimaginables y frívolos, y como es costumbre nos regala imágenes que rayan en lo escandaloso y transgresor, algo irónico, pues eso buscan los protagonistas de esta historia, ir más allá de lo aceptable.
Sabemos que los trabajos de Cronenberg no son para todo mundo, buscar hacer énfasis en esos malestares que deambulan en la actualidad en ciertos sectores de la sociedad y juega con ello, para que nosotros como espectadores seamos buyeristas ante el horror de las nuevas formas de expresión.
La historia es interesante de principio a fin, tiene imágenes potentes, pues sin prisa busca traernos momentos que impacten pero que hagan reflexionar al asistente. Raya en ocasiones en lo grotesco, pero eso es solo forma, el fondo aquello que se ve, si se mira detenidamente es lo realmente grotesco.
Viggo Mortensen quien encabeza este trabajo, esta muy bien, no es el trabajo de su vida, pero sin duda alguna logra transmitirnos esas dolencias con las que ha nacido y las formas por las que lucha y se transforma. Léa Seydoux provocadora y exquisita en su papel, sin duda juntos realizan una gran pareja y pervierten nuestra retina con sus deseos poco convencionales.
En el caso de Kristen Stewart nos encanta en su papel como la investigadora de la Oficina del Registro Nacional de Órganos, que a pesar de no ser tan protagónico como el de Seydoux, aun así roba cámara con su personaje. En general ellos tres están muy bien en su conjunto.
Por otro lado, otro gran protagonista es la dirección de arte, quien con pocos recursos y locaciones limitadas logra de forma contundente transportarnos a este mundo oscuro y sin esperanza, donde solo se vive por vivir.
Creo que un punto flojo en sí es la precisión de los hechos, pues a veces se desdibujan entre sí y no se hace una distinción importante entre unos y otros, a tal grado que cuando llega la escena final y las luces se encienden, uno se queda esperando a que ciertos acontecimientos pasarán, pero no, hasta ahí llega la película, por lo cual uno siente que a uno le quedan a deber, cosa rara porque la trama se va como agua a pesar de ir de forma muy calmada.
Crímenes del Futuro, es una película controvertida no por su cascarón que es lo que llama la atención de primera, sino por todo el contexto que lo soporta y que ha dado como resultado este mundo resistente a las bacterias y amante de la frivolidad.
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