

Hay películas que no solo se ven: se respiran, se huelen, casi se pueden saborear. Emma , la adaptación de Autumn de Wilde del clásico de Jane Austen, es precisamente eso: un pequeño pastel de colores pasteles que esconde un corazón emocional más crudo del que aparenta. Llegué a ella sin muchas expectativas —sí, ya sé, ¿cómo es posible si es Austen? risas— pero lo que encontré fue una sorpresa elegante, bonita… y más humana de lo que su superficie perfecta quiere admitir.







