La Sustancia… Sublime



Estamos de regreso después de unas merecidas vacaciones, y obviamente teníamos que hablar de La Sustancia, un filme que se ha convertido en un suceso por el boca a boca, ¡y que boca! (risas).


La historia nos muestra a una ex popular conductora de tv, que conforme fueron pasando los años y las arrugas aparecieron en su rostro fue cayendo en el olvido, hasta un buen día ser despedida en el único programa de tv que conducía. El destino la llevará a que encuentre una misteriosa sustancia, la cual crea una versión más joven y mejorada de uno, por lo cual tendrá una segunda oportunidad en el frívolo mundo del show business, no sin antes jugársela para no romper las reglas, ya que si lo hiciera quien sabe que cosas podrían sucederle.

De entrada hay que decir que esta cinta tiene una muy buena estética, que con pocos escenarios logran crear una atmósfera de incertidumbre, para que estemos con los ojos bien abiertos porque no sabemos que esta pasando ni que va a pasar, estamos en la ansiedad total.

Aunado a ello tenemos encuadres de cosas tan simples como comer un plato de camarones, que se vuelve algo grotesco y es que este tipo de secuencias busca desde un inicio irnos preparando para algo, cualquier cosa, incertidumbre, credulidad, dejando entre ver que en el mundo real y ordinario hay cosas grotescas como personas poco éticas y bastante avaras.

Sin embargo conforme avanza la trama cuando llega el momento de conocer la dichosa Sustancia, el filme toma nuevas alturas, nos sorprende, nos seduce, nos golpea y nos deja tendidos en la lona con la belleza hecha carne, la fuente de la juventud al fin encontrada, un faro de nuevas oportunidades ante un mundo sórdido y decadente donde el más adaptativo se come al débil… La respuesta a todos nuestros problemas

Quien evidentemente brilla en el filme es nuestra querida Demi Moore como esta conductora en desgracia que una vez tocó el Olimpo, la gloria eterna y que ahora ha sido arrojada a las fauces del olvido y la anestesia social. Moore es un ejemplo en la vida real, y  por ello es mas simbólico y poderoso el mensaje de esta cinta, donde la belleza no es eterna, y si lo es, hay un alto costo que pagar. Si bien Moore siempre fue y es vista como una mujer bella por encima de su talento para la actuación, aquí se libera, aquí toca fondo en la fealdad, lo retorcido, lo grotesco y vemos como deambula y se muestra con el miedo reflejado en la pupila, pues el invierno ha llegado literalmente a su vida, tanto en la ficción como en lo real. Sin duda una de sus mejores actuaciones de su carrera.

Dennis Quaid está increíble como el excéntrico, histérico y misógino director ejecutivo del canal de televisión, es tan grotesca su actuación tan petulante que a veces no sabemos si la abominación de esta película es realmente él… SI, realmente si lo sabemos, es él.

Margaret Qualley, como la versión rejuvenecida de Moore, esta muy bien, seduce a las audiencias y muestra la oscuridad detrás de una cara bonita.

Ellos tres están increíbles y son una gozada, hay un equilibrio entre estos tres personajes que con solo ellos deambula esta película sin necesidad de nada más.

No obstante quien es el verdadero protagonista es el guión, la historia nos atrapa desde el inicio con su explicación simple y contundente de lo que veremos y conforme se va desatando el caos seremos testigos del regreso triunfal del Body Horror, de la demencia, de la podredumbre, como en las mejores cintas de serie B de los años 80´s, que a leguas se nota es un homenaje a este cine tan infravalorado y querido por la comunidad cinéfila que la vio nacer en su momento.

La Sustancia no tiene desperdicio, es una excelente cinta y de lo mejor que ha dado el cine este año. Logra sorprendernos, aterrarnos, dejarnos con los pelos parados e incluso hasta hacernos reír de la ironía. Una de las mejores producciones de esta década y que pone con orgullo y en todo lo alto, que el buen cine también se hace en el género del terror y el horror.


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2 respuestas a «La Sustancia… Sublime»

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