

Cierto es que la primera cinta de El Hoyo, fue una sorpresa de las buenas, pues la trama si bien no era tan innovadora si nos trasladaba a un escenario muy particular, y conforme se desarrollaba la historia, las cosas se iban poniendo crypies. Pues bien, Netflix nos regala esta secuela que nuevamente nos ha sorprendido.
En esta ocasión la historia se va sin reparos, sin explicar nada, pues se entiende que quien vea esta continuación es porque ha visto la primera cinta y ha entendido de que va. Sin embargo ahora podemos ver como este puñado de personajes muy singulares se ven inmersos en un sistema que colapsa, un sistema que ve florecer diferentes posicionamientos radicales cada uno de ellos y que buscan desde el orden y la salvación para cada uno de los involucrados, hasta los que están hartos de ser manipulados por este orden que nadie se explica cómo fue originado.

De entrada el ritmo es trepidante, nos muestra este lugar que es ya reconocible pero que aun así con sus nuevos inquilinos y sus nuevas reglas lo hacen cada vez más tenebroso y desconcertante. La forma en como cada uno de los personajes interactúa con su ambiente logra que las historias interesen y le den ese sentimiento de rareza a la historia en todo momento.
Así también somos testigos de que la ley en el Hoyo se ha vuelto más brutal y desalmada, una ley que no tiene reparos para que se cumpla desde el primer nivel, hasta la penumbra del ultimo. Que dicho sea de paso, ahora vemos como hay algo más en este lugar, algo que deambula y se convierte de igual forma en una amenaza para quienes no cumplan con sus valores y lo que se espera de cada uno.

En términos general de actuaciones todos están muy bien, personalmente Óscar Jaenada sobresale, de hecho me quedé con las ganas de ver más de su personaje, pero creo que los pocos minutos que lo vemos sembrando el terror total con sus palabras, es lo que hace al personaje tan letal como magnífico.
La cinta no decepciona, es emocionante, es tenebrosa y sabe cómo hacer de una historia simple y ya contada algo entretenido. Hace alusión a las luchas de clases así como a los movimientos políticos y culturales del mundo.

ero también es cierto que nos deja con un final pseudo desconcertante debido a que deja los cabos suficientes para que pueda existir una tercera parte. Aunque claro, siempre y cuando haya una buena historia que sostenga una continuación será bien recibida.
En resumen El Hoyo 2, logra sostener el interés de principio a fin de quien la mira, así como estar a la altura de su predecesora. Una muy buena producción de Netflix que esperemos no quieran sacar spin offs, precuelas, secuelas, etc, con tal de hacer más dinero. Hagan las que tengan que hacer y jubilen decorosamente esta historia.
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