

Alex Clarademont-Díaz, el hijo millennial de la presidenta de los Estados Unidos, es un tesoro para el marketing de la Casa Blanca: atractivo, carismático e inteligente. Lo que nadie sabe es que no soporta al príncipe Henry, el hijo de la reina de Inglaterra. Así que, cuando la prensa sensacionalista se hace con una fotografía que refleja un altercado entre Alex y Henry, las relaciones entre Estados Unidos y el Reino Unido se enfrían. Ambos países trazan un plan para paliar los daños. Lo que empieza como una falsa amistad, publicada en Instagram, se va transformando en algo más profundo de lo que Alex y Henry podrían haber imaginado.
Una de las producciones Queer más esperadas de este año hace su arribo en Amazon Prime Video, Rojo Blanco y Sangre Azul, una cinta que ha tenido muchas expectativas a su alrededor, debido al éxito que precede al libro en el cual esta basada esta cinta.

Sin duda alguna esta apuesta es la respuesta de Amazon, al éxito del momento en Netflix, Heartstopper y con lo cual la mayor plataforma de e-commerce quiere hacerse con parte del pastel de la diversidad, del cual, Netflix es el rey absoluto.
A diferencia de Heartstopper, aquí tenemos a dos adolescentes viviendo en la cima de las clases sociales, por lo cual aquí el meollo del asunto esta en como dos personas lidian con la fama y riqueza que los envuelve, para así salir avantes en el amor.
De entrada la cinta se siente que lleva prisa, hay sucesos que van una escena tras otra y la química se ver forzada e incluso impuesta, lo cual hasta después de la mitad del filme es cuando las cosas empiezan echar corazones.
Más allá de hablarnos de un romance, la historia presenta a dos adolescente que ya se ven grandes (risas) con mucha calentura (risas) y no se si así sea el libro, pero siento por como se van cerrarlo las cosas que es más que sexo, lo cual es una lástima, pues la idea de como el príncipe de Inglaterra tendría que escoger entre la tradición y el amor, daba para mucho más, un drama mucho mejor planteado.

Con esto no digo que sea mala la película, de hecho es muy divertida y entretenida, pero es solo eso, una Teen Queer Movie, que busca crear reacciones en las redes y posicionarse como un producto diverso, pero que lleva prisa, todo va por encimita y nada más.
Ahora bien, sobre la pareja protagonista que es muy importante, pues en ellos recae todo el peso y la credibilidad de la historia. Para empezar ambos actores lucen bien, les compras que uno es el hijo de la presidente Estados Unidos que por cierto es una algo avejentada Uma Truman, y por el otro lado el príncipe snob segundo a la sucesión del trono. Incluso este asunto de las relaciones entre países y como dichos incidentes influyen en ambos países es bastante interesante.

Lo único que es débil es la química en cuestión de romance, por lo mismo que la producción corre para tocar muchos sucesos en dos horas, la química no es tan fuerte como se hubiera esperado en un inicio, por lo cual la parte sentimental no termina por cuajar al final y parece más bien un final de Miss Universo pidiendo la “paz” mundial (risas).
En general es una producción que se puede ver y disfrutar pero no será memorable, tal vez sea famosa por tanto marketing en las redes sociales, pero no será algo que aporte al cine LGBT.
Por cierto, Stephen Fry esta increíble como el Rey de Inglaterra, aplausos.
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