DF
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Llego la que es una de las cintas más esperadas de este año. Una secuela no oficial de Buscando a Nemo, que como lo indica el titulo es hora de salir a buscar a Dory. Y es que nuestra escurridiza amiga, quien sufre memoria a corto plazo (o como se diga) recuerda un buen día que tiene papá y mamá, los cuales la buscan con desesperación.
Como tal, la cinta es entretenida, nos da momentos de diversión, sin embargo hay un sentimiento extraño de no estar buscando realmente a Dory y ademas va un poco rápida, no se detiene en profundizar en la personalidad de algunos personajes y como que aquí salen aquellos que se quedaron fuera de la primera cinta. No me mal interpreten, es muy buena la película, pero no supera a Nemo y su frescura.
Los mejores aspectos son la animación que esta regia, hay ratos donde pareciera que estamos viendo una cinta de carne y hueso.
Otro punto a favor es el sentimiento que nos deja el filme. Sabemos que las películas de Pixar llevan un gran mensaje y siempre nos estrujen el corazón, pero la escena más esperada, la cual es razón y pilar de la historia, es creo yo, una de las más emotivas y sencillas en toda la filmografía de la casa creativa… Excelente secuencia de imágenes y emociones combinadas.
A grandes rasgos Buscando a Dory logra conectar con las audiencias sin importar edad, busca divertir y dejarnos un buen sabor de boca, lo cual logra con creces. Las comparaciones serán inevitables, pero cuando las luces se enciendan al igual que Dory, nos encontraremos con una sonrisa de oreja a oreja.
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