Después de muchos muchísimos años, nuestra ex-regordeta favorita esta de vuelta y es su falta de kilos, puede poner en peligro esta tercera parte.
Hay que reconocer que parte del éxito de Bridget Jones, fue su sobrepeso, así como su nula vida social lo que conquisto a las audiencias. Sin embargo por lo que vemos muchas cosas han cambiado desde entonces.
Ahora podemos ver a una Renee Zellweger esbelta, como lo dictan los «cánones de belleza» contemporánea. Y no solo eso, su hojalatería facial da miedo, a tal grado que pareciera que no puede hacer ninguna otra gesticulación en el rostro.
Para acabarla de amolar, el lugar que dejó Hugh Grant es tomado por Patrick Dempsey, que no es mal galán, simplemente no tiene nada que hacer en esta historia.
Con todos estos puntos en su contra, será será será verdadera sorpresa que Bridget Jones’s Baby sea un hit en taquillas, porque es todo menos Bridget Jones.
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