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Soy fan de las películas de desastres, efectos especiales y todo este tipo de parafernalia, sin embargo esta película es un híbrido entre cintas como: 2012, El día después de mañana, Gladiador, El pico de Dante y Armageddon, y no deja de ser un desastre de producción.
La película intenta ser un drama épico, sobre la caída de la ciudad de Pompeya por la erupción de un volcán y como arraso este con su población. El problema radica en primera por la pareja protagonista. No hay nada de química entre ambos, y para que en una producción de Hollywood no exista este elemento (cosa que se les da muy bien) es porque esta para llorar la selección del elenco. El actor principal hace los mismos gestos que una estrella de mar seca. Otros parecen bufones sobreactuados escenas o acentos raros.

Para colmo los efectos son ni malos ni buenos, sino todo lo contrario. Son de esos efectos especiales que se ven bien, pero cuando los ponen con actores reales, parece que estamos en una obra de teatro callejero.
La historia es inverosímil, desde los hechos que unen el destino de los protagonistas, así como llega el momento estelar que es la destrucción de Pompeya por la erupción. Ver como caen bolas de fuego como si fueran misiles dirigidos, un absurdo tsunami con un barco correteando a media población, temblores, lluvia de rocas asesinas y la mega persecución a cuatro caballos por la ciudad mientras se derrumba, son cosas para ver y sacarse los ojos ante tanta incredulidad.
En verdad, con la situación económica actual, uno no se puede dar el lujo de tirar el dinero a la basura, y ver este filme es hacer exactamente eso… Sin contar que era precio de dos por uno y aun así mi bolsillo sigue dolido.

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TENDRÍAN QUE PEDIRLES LO QUE SE LE PAGO A LOS ACTORES ES UNA VERGUENZA
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