El Árbol De La Vida… Inconmensurable Como La Vida Misma.


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Hacer un filme sobre la vida, la humanidad y el ser es una meta difícil de alcanzar, por todo lo que encierran por si solos. Sin embargo el director Terrence Malick toma todo esto y los aglutina en una producción que es apabullantemente hermosa… Aunque con un argumento lento de digerir.

El árbol de la vida narra la historia de una familia de clase media de los Estados Unidos. Debatiendose entre la madre virtuosa, el padre estricto y el hijo mayor que se cuestiona sobre lo bueno y lo malo.

Terrence de forma paralela hace una retrospectiva del universo, de la vida y de la fe cristiana. Toda su obra se mueve entre imágenes impresionistas y diálogos en off de cada uno de los protagonistas. Cabe resaltar que el trabajo del director en algunas ocasiones emula al de Stanley Kubrick y su obra maestra 2001: Odisea en el Espacio.

Sin embargo como mencione este viaje “épico” desde el surgimiento del universo, hasta el hombre en el cual se convierte el hijo mayor de la familia, se ve envuelto en la fe cristiana y una forma bastante sutil de cuestionar la perdida de un ser querido.

Podría decirse que la cinta se divide en dos actos. La primera mitad se centra en toda la inmensidad del mundo, de lo tangible y lo invisible. El extraordinario trabajo de cámara da como resultado una marejada de imágenes tan bellas y sublimes que capturan de forma precisa el sentimiento de estar en un viaje astral, un viaje que acompaña al universo mismo. Sin embargo esta parte tiende a volverse un poco lenta o pesada para el espectador, debido a que no conecta de forma intima con el mismo, es al final de cuentas eso: Un espectador.

Aun así Terrence no escatima en revelar escena tras escena, un mundo el cual se vislumbra como “divino”, para quien lo sepa ver. Una vez terminado este viaje tan extenso y explícito, la trama cae en la modesta familia americana y es ahí donde conecta con la audiencia, debido a que pasa de lo general a lo particular. Y creo que la historia de los miembros de la familia son mas significativos que vislumbrar al cosmos, en parte porque las lecciones sencillas de vida provocan la meditación de temas como el perdón, el amor, la arrogancia y el odio.

Cabe resaltar el trabajo de fotografía del mexicano Emmanuel Lubezki, que es de una importancia primordial. Debido a que le da ese “halo” de divinidad a cada imagen y a la vez por su sencillez, logrando que en ningún momento los ojos que miran esta obra se cansen del desfile de imágenes. Si hubiera existido una exageración en la misma, seguro se volvería insoportable cada una de las visiones del filme.

Las actuaciones están bien logradas, sin embargo ni la Sean Penn ni Brad Pitt sobresalen, ya que la historia por si sola los opaca. Aunque una mención para Brad Pitt que hace un trabajo digno, encarnando tan bien su papel que puede provoca rechazo hacia el mismo.

Las locaciones, efectos especiales y música, son espectaculares y junto Lubezki no me sorprendería ver estas rubros nominados al Oscar del año entrante.

Por lo tanto El Arbol de la Vida es una obra que debe de verse, aunque es tan inconmensurable en su concepción que se siente larga, pero sobre todo es una visión tan ambiciosa que después de ser apreciada, dudo mucho que se tengan las ganas de repetirse por segunda ocasión… Por lo menos no después de mucho tiempo.


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2 respuestas a «El Árbol De La Vida… Inconmensurable Como La Vida Misma.»

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