Stanley Kubrick es sin duda uno de los directores mas importantes e influyentes en toda la historia del cine. Que si se ha sobrevalorado o menospreciado, eso es algo para la historia, lo cierto es que este hombre con sus cintas fue mas allá del sonido y la imagen.
2001: Odisea en el Espacio es un referente épico en muchos sentidos, en lo visual, en lo narrativo y en lo onírico. Es en si una obra tan inmensurable que al pasar de los años, aun esta muy adelantada, no solo a su tiempo sino también, en los años que actualmente vivimos.
Si bien esta cinta contiene la docena de escenas que han sido parodiadas en cualquier medio, también es por si sola, una obra maestra, tan bien realizada que seria un suicidio para cualquiera, querer hacer un remake o una secuela de esta misma.
La cinta es poderosa desde el principio, viendo a la Tierra alinearse con la Luna y el Sol, mientras escuchamos la mítica tonada de «Así hablo Zaratustra». Pasando inmediatamente a las escenas de los primeros primates, los ancestros del hombre, su vida y los misterios del universo que los rodeaban. Las actuaciones de estos son convincentes, la escenografía, pero sobre todo el momento cumbre, cuando una especie de enorme monolito negro aparece en medio de la noche, para darle a estos seres, algo que seria decisivo para la conquista del hombre sobre las demás especies, El Recuerdo y el poder de evocar una experiencia una y otra vez, después de lo aprendido.
Así el filme transcurre para volar por millones de años en una sola toma y llegar al mítico año 2001. El desfile de estaciones espaciales, al ritmo de vals, y así empezar lo que seria el segundo acto, cuando el hombre llega a la Luna y encuentra otro «monolito» otra lapida negra, así el misterio crece, pero sobre todo en aquel vertiente que nos llevara a un final desconcertante… Jupiter y mas allá del Infinito, es la cumbre de esta obra, cuando las maquinas y la inteligencia artificial, cuestionan por si solas al hombre y sobre el misterio que encierran estas grandes piedras negras. (Al llegar a este punto muchos descubrirán las grandes tributos que se han hecho sobre esta cinta tanto en televisión como en el cine, por citar unos cuantos, Los Simpsons y algún capítulo de la Casita del Horror, Charlie y la Fabrica de Chocolate).
Así que nos adentramos a una Luna de Jupiter, para junto con el protagonista en turno, hacer un viaje a través del infinito, deslumbrante, épico y fuera de la imaginación, que aun causa sorpresa para los años que fue grabada la cinta. Al final todo es desconcertante, un lugar nuevo, con aspecto conocido, pasando la vida tan rápida, para terminar en la galería de imágenes, donde un gran feto flota, mirando con ojos mas objetivos al mundo mismo.
Tratar de describir esta película, es una labor titánica, pues tiene tanto apego a la realidad, que es difícil discernir entre lo que es verdad y lo que es ficción. Como mencione es un viaje para los sentidos y para la mente, es una forma distinta de hacer cine, pero sobre todo es una forma de transgredir y dejar al espectador en una encrucijada. Con pocos diálogos, con muchas tomas largas, así es lo que constituye esta obra, que para mi ha sido tan sorprendente y agotadora, que me es difícil desentrañar sus secretos o lo que el mismo Kubrick quería lograr. No es un filme fácil en ningún sentido, pero si se tiene la paciencia, encontraran que es fascinante, base para la ciencia ficción de nuestros días y toda una cátedra para todo aquel que se jacque de llamar, Cineasta, Critico o bien Cinefilo…
Véase bajo el propio riesgo, pues una vez cruzado el punto sin retorno, nadie da garantías que la mente vuelva a ser la misma.
2001: Odisea en el Espacio… Aquí si es al Infinito y Mucho Mas Allá!.
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