Millie Bobby Brown se perfila como una de las grandes caras de Netflix desde su revelación con Stranger Things y ahora con Damsel se nota que es una de las estrellas juveniles con más peso en la plataforma.
La historia nos cuenta sobre una joven que acepta casarse con un apuesto príncipe, pero descubre que todo es una trampa. Es arrojada a una cueva con un dragón que escupe fuego y debe confiar únicamente en su ingenio y voluntad para sobrevivir.
A pesar de ser una historia predecible en muchos sentidos, el filme es bastante bueno y entretenido en primera instancia por sus locaciones, que aunque en su mayoría son en CGI, se ven bastante bien y creíbles. Así como la forma en como nos adentramos a este reino prospero y verde, logra sin duda alguna atraparnos por su belleza y valor.
En el caso del guión va directo a al grano, una presentación por aquí, otra por allá y pum! de repente ya estamos en llamas, lo cual dota de agilidad de la cinta, digo también hay que ser sinceros, así como se plantea, tratar de alargarla hubiera dado tibios resultados, sin embargo y afortunadamente son concretos y efectivos.
Millie, goza de un carisma raro que ha logrado llevarla a flote y aquí como una princesa que busca sobrevivir con su inteligencia e intuición, reivindica el cuento de la damisela en peligro, salvándose no sólo a sí misma sino a quienes la rodean, interpretando un personaje fuerte, muy adoc a los tiempos que corren.
Creo que otro punto a su favor es el giro de tuerca al final de la trama, lo cual logra dotar de dramatismo a la producción y le suma puntos extra.
La película es ágil, entretenida y cumple con lo que promete, meternos a un mundo de fantasía bello y rodeado de peligros, lo cual por si solo ya es un triunfo.
Sin duda alguna una producción que supera sus propias expectativas, recomendada para este puente de semana santa.
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