El genero del terror en nuestro país poco a poco va ganando más terreno, y es que como síntoma de un mercado que se empieza a saturar de cintas de comedia, ahora el terror, comienza a florecer, ya sean en producciones nacionales o colaboraciones como este filme (México-Venezuela-Estados Unidos), que nos entrega uno de los mejores trabajos de terror hasta el momento.
El padre Peter Williams, un exorcista estadounidense, es poseído por el demonio que intentaba expulsar de una joven y por el que se ve obligado, contra su voluntad, a cometer el más terrible sacrilegio. Dieciocho años después, tratando de mantener su culpa enterrada bajo los trabajos de caridad en favor de pobres y niños en un pequeño pueblo de México, Peter descubre que el demonio ha regresado. Esta vez el Diablo ha poseído a una niña llamada Esperanza, y además, también desata una enfermedad mortal entre los niños del pueblo. Pero su verdadero fin es otro: poseer el alma de Pedro. Para exorcizar a Esperanza, Peter debe confesar su pecado, pero si lo hace, se condenará no solo a un destino de excomunión, sino a sacrificar su fe, su hogar, su alma y la posibilidad de salvar a las personas que más ama.
De entrada el look de la cinta esta muy pero muy bien, un aspecto frío, tétrico con una ambientación que convierte al Desierto de los leones donde fue grabada, en un lugar desesperanzador y con el diablo asechando en sus paredes. Excelente trabajo.
Por otra parte tenemos a los efectos especiales y el trabajo de maquillaje, y es que juntos logran darnos a un puñado de gente poseída por el mismísimo chamuco lo cual logra la credibilidad de la historia. En combinación con los efectos especiales nos regalan a dos de los mejores demonios en su haber, una virgen corrompida y al mismo cristo bajado de la cruz, ósea, neta, son lo mejor de la historia y que te espantan con sus inquietantes apariciones, se sacaron un diez al ver en el pasillo a este cristo cargando su cruz endemoniadamente.
Otro de los grandes aciertos es el elenco en general, todos, absolutamente todos están a la altura de la producción, demostrando que si hay actrices y actores serios en nuestro país, y una mención aparte al trabajo de Iran Castillo y María Gabriela de Faría, excelentes en sus diálogos y en sus actuaciones, sobre todo cuando están poseídas.
La historia es redonda, toca temas algo escabrosos para la iglesia, y aunque pareciera que al final es una cinta “conservadora” realmente muestra una de las tantas caras de la iglesia mexicana y la iglesia en general, que por más golpes de pecho que uno se pueda dar, no esta exento de cometer pecado.
Es una producción fresca, terrorífica y muy pero muy disfrutable, lo cual es recomendable y luchen por verla ahora que esta en streaming.
Descubre más desde Cinembrollos
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
