Mortdecai… ¡Bigotes Arriba!

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Después de un par de películas tibias en las cuales pasaron sin pena ni gloria por las carteleras, Johnny Depp parece conseguir al fin un nuevo éxito en su carrera, así como un personaje más, a la ya incontable lista de personajes en su haber.

Mortdecai es más o menos una versión de la serie “The White Collar”, pero inglés, rico, gracioso y con mucho más estilo. Al quedar endeudado con el gobierno por invasión de impuestos, este maestro de la estafa tendrá que resolver un caso para la policía, para así hacerse con alguna fortuna y poder salvar su matrimonio, su mansión y su bigote.

La cinta es una comedia de principio a fin, es delirante y bastante ingeniosa, cayendo en absurdos y critica inteligente que hace que la sala estalle en risas, mientras este poco valeroso pero muy caballeroso personaje y su “chalan” hagan lo imaginable para conseguir sus objetivos.

Otra cosa que resulta algo refrescante, es que parece que el mismo Depp se ha dado cuenta que se venia repitiendo, por lo cual este personaje trata de darle una personalidad alejada a lo que venia haciendo. Y aunque en alguna que otra escena le sale algo de El Sombrerero o Jack Sparrow, en general  crea a este aristócrata obsesionado con su bigote, dando un acento muy particular y una gesticulación, que se agradece en su totalidad.

La historia al parecer simple, viene envuelta en muchas situaciones, escenas largas y persecuciones muy ocurrentes, lo cual hace que el ritmo de la cinta sea muy dinámico.

Encontramos también a un gran elenco, que hacen papeles excelentes lo cual nos da una historia redonda. Por mencionar algunos tenemos a Ewan McGregor, Gwyneth Paltrow y Paul Bettany, entre muchos otros, que los irán reconociendo conforme hagan su aparición.

En general Mortdecai es brillante, tiene todo para convertirse en la nueva favorita de los seguidores de Depp. La cinta es tan buena, que al terminar la proyección solo queremos más, si!, queremos una secuela de las “estupideces” de este personaje y sus frases temerosas y despectivas como: “Por eso su país (Estados Unidos) esta en la ruina” o cuando tiene que viajar a Los Angeles: “¿¡Que!? tenemos que ir a LAS COLONIAS”… Es simplemente genial.