df
df
df
De entrada la película pintaba para ser una comedia romántica, sobre como tronar a la novia y no morir en el intento. Sin embargo conforme avanza la proyección nos damos cuenta que solo es la apariencia con la cual venden el producto, pero es al final otra cosa.
La trama en efecto trata de como un chico después de muchos años, ve como su relación cae en la monotonía y por ende decide tronar con su novia. Sin embargo como es tanto el miedo que tiene, decide acudir a una empresa que se dedica a resolver el problema de sus clientes, aunque en principio no tenga idea de que es lo que hacen para lograrlo.
Visualmente el filme es muy agradable y conforme se desarrolla la trama nos damos cuenta que estamos en un México “alterno”, ya que ni trata de emular a una década especifica, pero tampoco de ir hacia el futuro. Es una visión hipster-vintage dando como resultado una cinta CURIOSA.
Hay que comentar que este filme en ocasiones, bajita la mano, quiere hacer algo como el Hotel Budapest. Personajes bizarros, situaciones absurdas y en cuestión de tomas los planos de frente que caracterizan tanto a Wes Anderson. Es muy sutil, lo cual se agradece.
La cinta es buena en general, pero sí te saca de onda, el querer ver a un chico inventar mil y un motivos para cortar, cuando de repente nos vemos inmersos en un juego de espías y misterios del tamaño de una peluquería.
El elenco en general es bueno, así como las locaciones y la música, lo cual le da cierto ritmo a las cosas (aunque a veces se les pasa).
En términos generales este producto trata de salirse de las estructuras, mezclando el misterio con la comedia y el absurdo, sin embargo cuando termina la proyección el espectador termina confundido, pues fue algo inesperado y más con el final, lo cual Tiempos Felices resulta ser aun más… mmm…¿peculiar?.
Descubre más desde Cinembrollos
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
