Al Mejor Postor… El Arte De La Falsificación

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La historia narra la vida de Virgil Oldman quien goza de prestigio en el mundo del arte por ser un veterano en las subastas de obras invaluables. Cuando es contratado por Claire Ibbetson, una excéntrica heredera que no gusta de ser vista en público, deberá subastar la gran colección de arte y antigüedades que le dejaron sus padres después de morir. Con la ayuda del experto artífice Robert , Oldman restaura las obras al mismo tiempo que busca una manera de conciliar los sentimientos que siente hacia ella, mismos que se convierten lentamente en una obsesión.

Protagonizada por Geoffrey Rush, este thriller nos lleva a un mundo donde no hay cabida para la imperfección. Conforme avanza la trama va tomando giros inesperados, la transformación de este hombre rígido y poco humano, dedicado a las artes, hasta llegar a ser  un despojo por culpa de su obsesión amorosa.

La historia se siente muy robusta, pues varias subtramas se entretejen a la par, dando un tono dramático excelente y una historia redonda en la cual, cada imperfección, es simplemente una pieza mas de esta gran obra, en la cual somos como espectadores embaucados ante tan tremendas vueltas de tuercas que da el director.

Con un reparto excelente, actuaciones de primera, Geoffrey Rush hace gala de porque es una gran actor, al llevar el peso dramático de este filme, que al ser tan pequeño, con cualquier otro se volvería  monótona. No obstante Rush despliega y construye a su personaje, de una forma fascinante  adentrandonos a su obsesión por la misteriosa mujer.

Las locaciones, la fotografía, pero sobre todo la música es gloriosa. Es crucial para este tipo de material y lo logra de sobremanera. El guión es excelente y con un gran ritmo.

Al Mejor Postor, es una de esas películas en las cuales uno cree, que solo encontrará amores disfuncionales, sin embargo uno sale de la sala con el ojo cuadrado, ante tan buena estafa de la cual fuimos víctimas por parte del director.