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Hotel Transylvania nos cuenta la vida del conde Dracula y su hija. En su afán de huir de los temibles humanos construyen este hotel para que todos los monstruos estén seguros de un mundo al cual se desconectaron por siglos y el cual no conocen más.
La animación del filme es muy buena, bastante “bonita” y va dirigida a los mas pequeños del hogar. Se hace uso de la comedia física, los golpes, caídas y demás acrobacias que a los pequeños les entretiene y que a las familias en general lo reciben de buena manera.
La trama en si es predecible, muy optimista y en general no busca ser redentora o aspiracional como son otras producciones de animación (véase Pixar). Su único fin es divertir a las audiencias y al igual que Madagascar asegurar su secuela a base del carisma de estos conocidos personas del cine de terror.
Podemos ver que la película habla sobre el proteccionismo que ejercen los padres en los hijos, los miedos e ideas sobre un mundo que ya no entienden y conocen, por los cambios que se presentan cada día. Así como la inclusión y la tolerancia hacia quienes son diferentes.
Es por eso que al tener algunos momentos predecibles se perdonan por la buena ejecución e idea de que ahora tan de moda, los villanos sean los héroes.
Cuando termina la función se sabe que no será la ultima vez, que sabremos algo de estas versiones terroríficas de monstruos; es un hecho que solo es el comienzo de varias secuelas.
Lo mejor toda la oda al clásico drama del Conde Dracula.
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